Su resultado fue una victoria convincente de Volodymyr Zelenskyy, por quien votó el 73% de los que participaron en el sufragio. En toda la historia de Ucrania independiente ningún otro político pudo obtener un apoyo tan grande.

Tras el presidente anterior Petro Poroshenko, la Verkhovna Rada (parlamento) fue reelegida bajo la presión de V. Zelenskyy. Se celebraron las elecciones anticipadas en julio, y los partidarios del nuevo líder tomaron la mayoría de los escaños en el parlamento. En agosto, con la ayuda de la facción parlamentaria "Siervo del pueblo", Volodymyr Zelensky echó de sus sitios acostumbrados a los funcionarios del gobierno que habían sido nombrados en la época de Poroshenko, y luego renovó a fondo el cuerpo de líderes regionales. V. Zelenskyy se encargó de superar la corrupción y la pobreza, y también hizo muchas otras promesas.

La victoria incondicional del presidente es que pudo hacer regresar del cautiverio a una parte de los ucranianos retenidos en Rusia y en el territorio ucraniano ocupado, incluidos aquellos que pasaron años en cautiverio, en particular a Oleg Sentsov.

Sin embargo, el intercambio de prisioneros despertó emociones controvertidas en la sociedad porque Ucrania entregó al enemigo a sus ciudadanos: a los ex comandos acusados de ejecutar gente en el Maidan, y a Vladimir Tzemakh, testigo de la catástrofe aérea del MH17. Precisamente el estado ucraniano tendría que juzgar a estas personas, pero en Rusia simplemente fueron liberados.

El presidente prometió construir un puente necesario para el movimiento de personas a través de la línea de demarcación en Donbas. Y lo hizo. También fueron construidos dos nuevos puestos que controlan el tránsito hacia Crimea.

La Verkhovna Rada finalmente reconoció oficialmente a los voluntarios ucranianos y les otorgó el estatus de combatientes. Pero con esto, según muchos observadores, terminan los logros en el “campo de batalla”.

V. Zelenskyy intentó reiniciar el proceso de negociación en el formato normando y detener el fuego, pero esto en realidad no condujo a grandes cambios. La guerra continúa, Rusia no hizo concesión alguna.El regreso de Crimea ocupada sigue siendo un problema grave. Hasta ahora no fue anunciado un plan claro para llevar a la Federación Rusa ante la justicia.

La aprobación del nuevo Código Electoral y la devolución de la responsabilidad penal por enriquecimiento ilegal, que fue cancelada por Petro Poroshenko, fueron pasos positivos en el campo político.

Además, los otros pasos positivos del presidente incluyen la introducción parcial del mercado de tierras y el cierre del negocio de juego ilegal. Los parlamentarios fueron privados de su inmunidad, y el propio V. Zelenskyy inició la aprobación de la ley sobre el juicio político del presidente. Y aunque esto no mejoró directamente el bienestar de los ucranianos, la gente evaluó positivamente dichas leyes muy esperadas.

El presidente cumplió sus promesas y realmente trajo a los novatos a la política. "Sí, entre ellos hay personas problemáticas porque el proceso de renovación fue muy rápido. Pero la Verkhovna Rada en toda la historia del parlamentarismo se ha renovado más del 80%. El gobierno se ha renovado y rejuvenecido. Sí, no tienen experiencia, cometen errores. Pero la misma sociedad quería la llegada de las caras nuevas”, dijo el analista político Volodymyr Fesenko.

En general, la política de selección de ejecutivos, realizada por V. Zelenskyy, es la más criticada. Muchas caras nuevas resultaron ser completamente incompetentes, y algunas están sujetas a las tentaciones de corrupción. Sin embargo, el presidente también mostró la capacidad de cambiar rápidamente el gobierno. Sus predecesores no lograron hacerlo, y esto definitivamente agrega bonificaciones al presidente actual, considera el analista político Oleg Sahakyan.

Era ingenuo creer que V. Zelenskyy erradicaría por completo la corrupción en Ucrania. Recientemente el jefe de su oficina Andriy Yermak estaba en el centro de un escándalo de corrupción. Los videos comprometedores de las negociaciones de su hermano con los solicitantes de importantes puestos gubernamentales llegaron a los medios. Lo más probable es que sigamos escuchando sobre nuevos escándalos de corrupción. Pero no hubo un solo escándalo en el que apareciera el presidente.

Los ucranianos aparentemente creían aún menos en la desaparición de los oligarcas en su país. En muchos casos esto no sucedió, pero V. Zelenskyy hizo algunos pasos competentes. En particular, fue aprobada en la primera lectura la ley que prohíbe la devolución de los bancos a sus antiguos propietarios, lo que afecta directamente los intereses del principal "patrocinador político" del presidente: el oligarca Igor Kolomoisky.

Sin embargo, enfatizan los analistas, el presidente aún no se ha decidido a modificar el sistema de manera integral. Es obvio que V. Zelenskyy se ha comprometido con los oligarcas y las élites políticas existentes. Además, consideran los politólogos, hasta ahora nadie ha tocado la élite judicial y fiscal.

En cuanto a los opositores políticos del régimen actual, el presidente es severamente criticado tanto por las fuerzas pros rusas, como por las patrióticas. Según las primeras, Ucrania está bajo el control externo de Occidente y su curso no depende de la personalidad del jefe de Estado. Están insatisfechos con V. Zelenskyy y los políticos de derecha como Petro Poroshenko. Consideran los intentos del presidente de mover las negociaciones sobre Donbas desde el punto muerto como una traición e implementación del plan pérfido de Moscú.

Independientemente de las críticas, de acuerdo con los estudios sociológicos recientes Volodymyr Zelenskyy mantiene un nivel de confianza bastante alto entre la gente. Según el Instituto Internacional de Investigación Sociológica de Kyiv, hoy día el mandatario cuenta con el respaldo del 44% de los ucranianos.

Comentando dicho respaldo, los observadores dicen que las personas aún no tienen otra alternativa y no están listas para dar un crédito de confianza serio a otros políticos. Al mismo tiempo ellos enfatizan: si en 2019 Volodymyr Zelenskyy fue una "sorpresa política", el año 2020 ya resultó ser una sorpresa para él mismo. De hecho, la epidemia del coronavirus y la inminente crisis económica mundial se han sumado a los conocidos problemas ucranianos. Y todavía no está claro si el presidente y su equipo podrán hacer frente a estos desafíos.

El periódico "Voz de Ucrania"