El 28 de julio se supo que el también ex presidente Leonid Kuchma decidió dejar de participar en el trabajo del GCT. En este sentido Volodymyr Zelenskyy señaló que respeta la decisión de L. Kuchma y le agradeció por su trabajo como jefe de la delegación ucraniana en el GCT. El otro día se supo que Leonid Kuchma decidió renunciar al cargo del jefe de la delegación ucraniana en el GCT. Aunque su intención de dejar el cargo, que ocupó desde 2014, el segundo presidente la ha estado anunciando durante mucho tiempo.

Después del nombramiento, el primer presidente de Ucrania declaró que haría todo lo posible para lograr la paz en Donbas. “Si puedo hacer algo para acelerar la paz en Donbas, lo haré hasta mi último aliento. Por eso estuve de acuerdo”, dijo. L. Kravchuk. También dijo que estaba listo para hacer compromisos con Rusia, pero no proporcionó ejemplos específicos. “Compromisos: cómo manejar la situación. Hay cosas que no se pueden comprometer: soberanía, integridad territorial, independencia, inviolabilidad de las fronteras. Este tema no se está discutiendo”, enfatizó.

La mayoría de los observadores no esperan cambios significativos en el trabajo del grupo de contacto después del reemplazo de L. Kuchma por L. Kravchuk. Destacan que la política de la delegación de toda manera está determinada por las directivas presidenciales, y el jefe de la delegación ucraniana en el GCT desempeña funciones más bien representativas.

Además, es poco probable que los acuerdos de Minsk puedan conducir a una solución del conflicto en Donbas, dijo el experto Mykhailo Samus. En su opinión, este documento incluye varios puntos problemáticos, obviamente, introducidos deliberadamente por Rusia, violando la lógica de la solución de un conflicto. Como regla general, un conflicto se regula primero en la esfera de la seguridad: la situación se estabiliza, el fuego se detiene, las partes se separan, se traen tropas de mantenimiento de la paz, se inicia un período preparatorio y luego se celebran las elecciones. En los acuerdos de Minsk se viola esta lógica, todo se da vuelta. Primero, supuestamente, Ucrania debería hacer cambios constitucionales y políticos, otorgar un estatus especial a los territorios ocupados, celebrar elecciones, y solo después de eso Rusia comenzará a retirar sus tropas y transferir el control sobre la frontera.

Rusia insiste en su propia lógica de implementación de los acuerdos de Minsk, Ucrania en su propia también. Y en tal situación este documento es realmente inútil, continúa el experto. Además, la motivación de las dos partes es diferente. Rusia considera los acuerdos de Minsk como un instrumento para la introducción en el campo político de Ucrania del territorio ocupado, controlado por Moscú, para influir destructivamente en su política interna y exterior. Y para Ucrania, los acuerdos de Minsk son una oportunidad para resolver el conflicto y restaurar la integridad territorial y la soberanía en el territorio ocupado. Es decir, los objetivos son completamente diferentes.

Por lo tanto, en la situación actual, cuando las partes se encuentran en los polos completamente diferentes de este acuerdo, el papel de la delegación ucraniana en el Grupo de Contacto Tripartito es llevar a cabo negociaciones profesionales y evitar daños a los intereses nacionales. En tales condiciones, enfatiza M. Samus, tanto el presidente Kuchma, como el presidente Kravchuk pueden cumplir su misión con igual éxito.

El periódico "Voz de Ucrania"