Recordemos que tras el colapso de la Unión Soviética Ucrania poseía el tercer arsenal nuclear más grande después de los Estados Unidos y Rusia. En el año1991 tenía 1.7 mil ojivas nucleares, 44 bombarderos estratégicos y 176 misiles intercontinentales. Ucrania se ha desasido de todo este arsenal a cambio de las garantías de seguridad por parte de los principales estados nucleares.

Ya en octubre de 1991 la Verkhovna Rada (parlamento) aprobó la resolución "Sobre el estatus libre de armas nucleares de Ucrania", y tres años después, el 5 de diciembre de 1994, fue firmado el Memorando de Budapest entre Ucrania, los Estados Unidos, Rusia y el Reino Unido. En dicho documento Gran Bretaña, los Estados Unidos y la Federación Rusa declararon sus obligaciones de respetar la independencia, la soberanía y la integridad territorial del estado ucraniano. Francia y la República Popular China proporcionaron garantías similares por separado en los documentos correspondientes. Ucrania perdió oficialmente su estatus de estado nuclear el 2 de junio de 1996, cuando se retiró del país la última ojiva nuclear.

Pero las obligaciones correspondientes con respecto a Ucrania no fueron cumplidas. Uno de los estados garantes, la Federación Rusa, violó gravemente sus obligaciones en virtud del memorando, así como los principios básicos del derecho internacional al haber ocupado una parte del territorio soberano de Ucrania y desencadenado el conflicto armado en Donbas.

 Quedó claro que el Memorando de Budapest no ayudaría a Ucrania. Entonces surgió la cuestión de restaurar su estatus nuclear. Los partidarios de esta opción enfatizan que la agresión militar abierta de Rusia contra Ucrania dura siete años (más tiempo que la Segunda Guerra Mundial), Ucrania sufre pérdidas económicas, territoriales y políticas, tiene muertos y heridos entre sus ciudadanos, y los países que dieron las garantías no pueden de ninguna manera prestar una asistencia realmente eficaz que influya en el comportamiento del agresor. La posesión de las armas nucleares por Kyiv sería un factor que serenaría a Kremlin.

Técnicamente, los científicos creen que el país necesitará de 5 a 7 años para restaurar su estatus nuclear, así como una financiación anual de 200 a 300 millones de dólares (en general, la renovación del estatus nuclear podría costarle a Ucrania 1.500 millones de dólares).

En opinión de los que se oponen a la renovación del estatus nuclear, es ingenuo pensar que los países del G7 más Rusia acepten voluntariamente la devolución de este estatus a Ucrania. Creen que antes de dar este paso el liderazgo político ucraniano debería sopesar los pros y los contras, previendo qué contramedidas tomarían los representantes de varias organizaciones internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, el OIEA, la OTAN, la UE, etc. Al mismo tiempo, se enfatiza que la adquisición de una "maleta nuclear" puede convertirse para Ucrania en el hecho de que pertenecería a los países marginados como Corea del Norte o Irán.

Según el primer presidente de Ucrania Leonid Kravchuk, teóricamente el estado puede fabricar armas nucleares. Corea del Norte lo hizo, Ucrania también lo puede hacer. “Pero quisiera ver cómo reaccionará el mundo ante esto. Estoy convencido de que Europa y los Estados Unidos estarían categóricamente en contra del aumento de los estados nucleares en el mapa mundial. Estoy en contra por otra razón más. Creo que las armas nucleares, cualquier arma de destrucción masiva, no son el factor principal para garantizar la paz. La paz debe ser garantizada sin armas. Mediante negociaciones, medios diplomáticos”, dijo L. Kravchuk.

Recientemente ha llamado la atención de los observadores una encuesta de opinión pública iniciada por el presidente Volodymyr Zelenskyy que se llevó a cabo el 25 de octubre, simultáneamente con las elecciones locales. En particular, el presidente ha estadoa interesado en si Ucrania necesita discutir a nivel internacional el uso de las garantías de seguridad definidas por el Memorando de Budapest.

Posteriormente, V. Zelenskyy explicó que esta pregunta no preveía la restauración del potencial nuclear. "Por supuesto, la idea de poner fin al estatus libre de armas nucleares y crear una bomba nuclear para contener a Rusia suena atractivamente", dijo el experto militar Yuri Fedorov. Sin embargo, en su opinión, la implementación de esta idea pondrá fin a la cooperación estratégica entre Ucrania y los socios occidentales, comenzando por la terminación de la asistencia militar para contrarrestar al agresor en el este, y terminando por un boicot político. Para Kyiv, en la etapa actual del conflicto con la Federación Rusa, ese precio es inaceptable.

Por lo tanto, según la mayoría de los observadores, Ucrania solo tiene una opción: formular nuevas garantías de seguridad, esta vez efectivas, para el país a cambio de mantener su estatus libre de armas nucleares, acordándolas con una nueva lista de los estados garantes. Al mismo tiempo, por supuesto, no debería dirigirse a Rusia, sino principalmente a los Estados Unidos y Gran Bretaña.

El hecho de que el liderazgo ucraniano está considerando esta opción es evidenciado indirectamente por la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano, hecha el 5 de diciembre de este año. En la misma Ucrania no solo pide a la comunidad mundial que aumente la presión sobre la Federación Rusa con el fin de obligar a este país a volver al régimen jurídico internacional, en particular a la aplicación de las disposiciones del Memorando de Budapest, sino que también aprecia mucho las acciones de los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Como se destaca en la declaración, estos países "apoyan invariablemente la integridad territorial y la soberanía de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente y refuerzan este apoyo con pasos prácticos, ayudando a Ucrania a fortalecer sus capacidades defensivas y utilizando sanciones contra el estado agresor".

El periódico "Voz de Ucrania"