En la segunda quincena de octubre en Teherán tuvo lugar la segunda ronda de conversaciones entre Ucrania e Irán sobre la investigación del derribo por la defensa antiaérea iraní en enero de este año de un avión civil del vuelo PS752 de las Aerolíneas Internacionales Ucranianas. Se acordó que Ucrania dentro de una semana recibiría la información sobre la investigación de este proceso penal en Irán. En particular, se trataba de una explicación detallada de los motivos de la destrucción de la aeronave y de la determinación de los responsables de la misma. Además, Irán se ha comprometido a pagar igual cantidad de compensación a los familiares de todas las víctimas del avión derribado por el ejército iraní, independientemente de su ciudadanía.

Sin embargo, a principios de diciembre la Fiscalía General de Ucrania anunció que un mes y medio después de la finalización de la última ronda de negociaciones, "la investigación ucraniana aún no ha recibido los materiales y las pruebas prometidas por Irán". Además, las autoridades de Teherán, que previamente habían prometido destinar del presupuesto estatal 200 millones de euros para pagar la compensación a expensas del Fondo Nacional de Desarrollo, abandonaron esta intención a principios de diciembre. Lo explicaron por el hecho de que supuestamente esto "conduciría a serias discusiones internas en la sociedad iraní".

El 8 de diciembre el viceministro de relaciones exteriores Yevgen Yenin ha enfatizado que la parte ucraniana aún espera la buena voluntad de la parte iraní y con la ayuda de todas las herramientas, tanto diplomáticas como penales, exigirá que Teherán cumpla con sus obligaciones internacionales. Al mismo tiempo dijo que Kyiv estaba listo a presentar una solicitud ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU, "si el proceso de negociación llega a un callejón sin salida y agotamos todas las posibilidades de negociación con la parte iraní".

Ucrania también ha pedido a todos sus socios internacionales de Canadá, los Estados Unidos, Francia, los Países Bajos, Alemania y otros países que la apoyen en su búsqueda de la justicia. Al hacer este llamamiento en el Foro internacional de Cielos Más Seguros, el ministro de infraestructura de Ucrania Vladislav Krykliy destacó que "todos estamos interesados en una investigación objetiva de este caso".

Recordemos que el 8 de enero se estrelló un avión de las LIU en Irán, que volaba por la ruta Teherán-Kiev. 176 personas murieron. A bordo del Boeing 737 había 11 ciudadanos de Ucrania, incluidos 9 miembros de la tripulación, así como los ciudadanos de Irán, Canadá, Suecia, Afganistán, Alemania, Gran Bretaña y otros países.

Tres días después el presidente iraní Hassan Rouhani admitió que el avión ucraniano fue derribado "como resultado de un error humano no intencional" y prometió llevar a los responsables ante la justicia.

El 18 de julio se supo que Irán había transferido registradores de vuelo del avión a Francia para su investigación. La decodificación de las "cajas negras" confirmó la interferencia ilegal en el vuelo del avión.

En julio y octubre de 2020 se llevaron a cabo dos rondas de negociaciones ucraniano-iraníes con el objetivo de establecer todas las circunstancias de la tragedia, llevar a todos los responsables ante la justicia y pagar todas las indemnizaciones necesarias.

El 6 de octubre el ministro de relaciones exteriores de Canadá François-Philippe Champagne, hablando en un mitin en Ottawa en memoria de los ciudadanos canadienses que murieron a bordo del avión, dijo que los responsables del accidente del avión de las Aerolíneas Internacionales Ucranianas, derribado por el ejército iraní, deberían ser sancionados. "El régimen iraní, que no quiere llegar al fondo de los detalles, no podrá intimidarnos", dijo.

También en octubre los familiares de los estadounidenses muertos en el avión derribado presentaron una demanda contra el gobierno iraní y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica al Tribunal Federal en Washington. En la demanda acusan a las autoridades iraníes de no salvaguardar la vida de los pasajeros de la aviación civil, silenciar los hechos y ocultar y destruir las pruebas clave.

El periódico "Voz de Ucrania"