Ucrania está profundamente preocupada por la detención del opositor ruso Alexei Navalny y considera que la situación a su alrededor es una continuación de la vergonzosa práctica de Kremlin de atacar los derechos humanos y reprimir la libertad de expresión. Así se afirma en una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania.

 Como enfatizan los diplomáticos ucranianos, la detención y persecución por motivos políticos de las figuras políticas y públicas, representantes de minorías nacionales, periodistas, que constituyen la practicada sistemática de Kremlin, contradicen las obligaciones internacionales de Rusia y los acuerdos pertinentes en el campo de los derechos humanos en los cuales la Federación Rusa es una parte.

"Exigimos que las autoridades rusas liberen de inmediato a todos los presos políticos, incluidos los ciudadanos de Ucrania que están detenidos ilegalmente por las autoridades rusas. También pedimos a la comunidad internacional que tome medidas más decisivas para condenar las prácticas represivas de las autoridades rusas", dijo el comunicado.

Mientras tanto, los políticos y expertos ucranianos están discutiendo activamente las posibles consecuencias para Ucrania del regreso del opositor ruso, que, hipotéticamente, podría conducir a un debilitamiento del régimen de Putin, a una democratización interna y, como resultado, a un debilitamiento de la política agresiva de Kremlin hacia sus vecinos.

Al mismo tiempo, ellos expresan opiniones diferentes y, a veces, directamente opuestas. Por ejemplo, varios observadores creen que A. Navalny es una parte de la sociedad rusa y su actitud hacia la ocupación de Crimea o de Ucrania no es diferente de la actitud de V. Putin. Después de todo, como dijo el político ucraniano Volodymyr Vynnychenko a principios del siglo pasado, toda la democracia rusa, incluida la oposición, termina cuando se trata de Ucrania.

 Para confirmar esto, recuerdan las declaraciones de A. Navalny sobre la anexión de Crimea en 2014. Dijo en aquel entonces que no la devolvería a Ucrania, a pesar de que la península fue capturada en violación del derecho internacional. Según sus palabras. "Crimea no es un sándwich con salchicha para llevarlo de un lado a otro".

“Navalny quiere convertirse algún día en el presidente de la Federación Rusa, por lo tanto no puede declarar ideas que obviamente serán rechazadas por la sociedad rusa. Y la gran mayoría de esta sociedad, lamentablemente, está envenenada por una especie de versión ideológica de “Novichok”: chovinismo, pensamiento imperial, "papel especial del mundo ruso", odio al Occidente, fobia de todo lo ucraniano... ", enfatiza el hombre público ucraniano Ihor Korzh.

Sin embargo, en su opinión, el arresto de Navalny socava el poder de la dictadura de Kremlin, provoca la ira popular, protestas, así como puede provocar una reacción adecuada del mundo libre, no en palabras, sino en hechos, en forma de sanciones más duras y expulsión de Rusia de las instituciones internacionales. Todo esto es importante para Ucrania, ya que acerca la creación de premisas previas para la caída rápida del régimen de Putin.

 El politólogo ucraniano Oleg Sahakyan está de acuerdo con esta posición. “Hay una cierta importancia para nosotros en el enfrentamiento político ruso. La Federación Rusa es el principal impulsor que trata de desestabilizar la situación en Ucrania. Todos recuerdan la guerra en Donbas, la anexión de Crimea y centenares de presos políticos. El hecho de que Rusia está centrando su atención en los problemas internos puede jugar a nuestro favor”, escribió. Según él, cuantos más problemas internos tenga Rusia, menos pensará en la necesidad de enviar a Donbas el próximo convoy "humanitario" con armas.

Sin embargo, otros comentaristas no excluyen una amenaza real para Ucrania debido a un posible agravamiento de la situación interna en la Federación Rusa. Según el ex fiscal general Yuriy Lutsenko, solo a primera vista podría parecer que todo lo relacionado con el regreso y arresto de A. Navalny no concierne a Ucrania. “De hecho, la situación para nosotros se está volviendo aún más peligrosa debido a la creciente popularidad de Navalny y de la oposición rusa. Para ganar las próximas elecciones a la Duma (parlamento ruso), el actual presidente Putin va a necesitar urgentemente una "pequeña guerra victoriosa" para provocar un estallido de patriotería en su país", escribió.

Recordemos que en agosto del año pasado Alexei Navalny se sintió mal durante un vuelo de Siberia a Moscú. El opositor entró en coma y fue hospitalizado de urgencia en la ciudad de Omsk. Dos días después fue evacuado inconsciente a Berlín. En septiembre, el gobierno alemán anunció que Navalny había sido envenenado con un agente nervioso del grupo “Novichok”. Un laboratorio del ejército alemán encontró rastros de dicho veneno en el cuerpo del opositor. El envenenamiento también fue confirmado por dos laboratorios independientes en Francia y Suecia. Los médicos alemanes lograron salvar la vida de A. Navalny.

El 17 de enero de este año regresó a Moscú y fue arrestado de inmediato para un período de 30 días por una absurda decisión judicial. Fue acusado de no presentarse a la policía rusa durante su estancia en el extranjero y, por lo tanto, de violar las reglas de libertad condicional prevista en uno de los casos penales fabricados en su contra.

El periódico "Voz de Ucrania"