Esto fue declarado por el ministro de relaciones exteriores de Ucrania Dmytro Kuleba al comentar sobre una declaración reciente del subdirector de la administración presidencial rusa Dmitry Kozak, en la que exigía que la delegación ucraniana presentara en las próximas negociaciones en Minsk un proyecto de ley sobre las enmiendas a la Constitución de Ucrania referentes a la descentralización.

"Cualquier intento de tergiversar los acuerdos de Minsk e interpretarlos de tal manera que la reintegración tenga lugar según las condiciones rusas está condenado al fracaso de antemano", aseguró el ministro.

D. Kuleba también enfatizó que Ucrania está decidida exclusivamente a poner fin a la guerra y devolver a Donbas de acuerdo con sus propias condiciones. Señaló que Kyiv espera la implementación por parte de Moscú de los acuerdos de Minsk desde el primer punto, según el cual el fuego debería cesar por completo en Donbas.

"No somos una oficina para satisfacer los deseos de un país cualquiera", resumió D. Kuleba.

Recordemos que a principios de julio el subdirector de la administración presidencial de Rusia Dmitry Kozak dijo que en un futuro próximo Rusia esperaría de Ucrania un borrador de enmiendas constitucionales que regularían el "estatus especial" de Donbas.

En respuesta a esto el presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskyy dijo que nadie puede exigirle nada a Ucrania.

Una reacción aún más nerviosa del mencionado D. Kozak fue causada por un artículo del viceprimer ministro de Ucrania, el ministro para la reintegración de los territorios ocupados temporalmente Oleksiy Reznikov, publicado en el sitio web del Consejo Atlántico. En particular, el viceprimer ministro escribió sobre la necesidad de "revisar el proceso de Minsk y adaptar el marco del diálogo actual" teniendo en cuenta las realidades geopolíticas. Al mismo tiempo, también enfatizó que "Ucrania está por la continuación del diálogo en el marco del proceso de Minsk".

"Afirmamos que Minsk está desactualizado y necesita ser revisado", dijo el viceprimer ministro. Según él, ahora "la situación es diferente, puesto que ya hemos comenzado a interpretar los acuerdos de Minsk de manera diferente, además, abierta y francamente". "Zelenskyy por primera vez expresó la posición oficial de Ucrania de que no puede haber absolutamente ningún estatus especial en la Constitución, y otra cosa, es primero el control de la frontera y luego las elecciones".

Según D. Kozak, si las declaraciones de O. Reznikov no serán confirmadas o refutadas en un futuro cercano, entonces "esto realmente significa la retirada de Ucrania de los acuerdos de Minsk y, en consecuencia, de los formatos de Minsk y de Normandía de negociaciones para resolver el conflicto".

Pero el domingo pasado Kremlin oficial tomó una postura más cautelosa. Al comentar sobre la reunión operativa del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa encabezada por Vladimir Putin, su secretario de prensa D. Peskov dijo que la reunión expresó su absoluta decepción debido al hecho de que falta dinámica de cualquier tipo. "Kyiv no ha hecho nada en términos de implementación de las medidas de Minsk y los acuerdos de París y sigue sin hacer algo", dijo.

Mientras tanto, muchos observadores creen que, exigiendo que Kyiv implemente los acuerdos de Minsk, la propia Rusia, de hecho, los ha abandonado hace mucho tiempo, negándose a cumplirlos inmediatamente después de haber sido firmados en 2015 hasta el día de hoy. “Es Moscú quien tiene la responsabilidad total de su fracaso e incumplimiento. Es Rusia la que puede considerarse una parte que ha salido hace tiempo de los acuerdos de Minsk. En primer lugar, este documento preveía un alto de fuego a partir del 15 de febrero de 2015. ¿Qué hizo Rusia ese día? Continuó la operación para capturar la ciudad ucraniana de Debaltseve. Rusia, en palabras, sigue siendo fiel a los acuerdos de Minsk, pero de hecho ignora todas las disposiciones. En el entendimiento de Moscú, solo Ucrania debe implementar este documento. Es decir, estamos hablando de concesiones unilaterales ", dijo Sergiy Solodkiy, analista del Centro ucraniano de Nueva Europa.

Otra confirmación de lo arriba mencionado fue el asesinato el 13 de julio de un médico ucraniano que, según previo acuerdo bilateral, intentó evacuar el cuerpo de un soldado que murió por la mañana.

"Tras recibir la confirmación del régimen de Silencio, un grupo de evacuación con cascos blancos y marcas de identificación no logró alcanzar varios metros el cuerpo del caído. En ese momento el enemigo abrió fuego con armas pequeñas. El grupo se retiró, pero el médico militar se apresuró a ayudar a un herido en esta acción. El enemigo nuevamente comenzó a disparar con lanzagranadas de varios sistemas y ametralladoras pesadas. Como resultado del fuego enemigo, un médico militar murió, un soldado resultó herido y otro recibió la trauma de combate", dijo el informe militar ucraniano.

Lo que ocurrió fue calificado por el estado mayor de la Operación de las Fuerzas Conjuntas como "otra evidencia de que la Federación Rusa y los separatistas pro-rusos no van a cumplir con ninguna norma legal internacional".

El asesinato del médico ucraniano en Donbas tiene signos de un crimen de guerra. Así comentó el incidente el ministro de relaciones exteriores de Ucrania Dmytro Kuleba.

"Atraeremos a todos nuestros socios. Esto obtendrá la máxima publicidad... El asesinato de un médico que ayuda a los heridos es más que una tragedia", dijo.

El periódico “Voz de Ucrania”