Pero el domingo 6 de septiembre la tregua fue perturbada.

Ese día los separatistas dispararon contra una unidad de las Fuerzas Conjuntas ucranianas en la zona de Krasnohorivka con un lanzagranadas pesado automático e hirieron a un soldado. El mismo día el enemigo violó el alto del fuego por segunda vez, abriendo fuego con armas pequeñas en la región de Luhansk: un militar ucraniano murió allí.

El día anterior uno de los líderes de las autoproclamadas "repúblicas" Denis Pushilin anunció que el lunes 7 de septiembre su gente abriría fuego contra "las estructuras de ingeniería erigidas ilegalmente por la parte ucraniana en las proximidades del poblado de Shumy", y pidió a Kyiv que retirara a la gente de allí para que no hubiese víctimas. Al 9 de septiembre nadie abrió fuego.

La Misión de la OSCE testificó que no había encontrado ningún cambio en las posiciones existentes de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el área del poblado mencionado en comparación con el 5 de julio de 2020.

La oficina del presidente de Ucrania interpretó con cautela estos dos ataques como "dos incidentes separados y diferentes cometidos con un propósito provocador". "Exigimos que Rusia intervenga en la situación e influya en el comportamiento provocador de los grupos armados ilegales en las regiones de Donetsk y Luhansk para mantener el régimen de alto del fuego", dijo la OP (como si el bombardeo no fuera una interferencia rusa; pero en este caso se puede suponer que en las estructuras presidenciales entienden esto, pero simplemente no pueden usar otra terminología, – ed.).

También se informó que V. Zelenskyy había convocado una reunión de emergencia debido al agravamiento en Donbas y estaba "extremadamente preocupado por los bombardeos provocativos y el agravamiento de la situación".

El propio presidente ucraniano comentó la situación en Donbas con una cautela no menor. El 8 de septiembre, en una conversación con periodistas, dijo que Ucrania reaccionó de inmediato a la violación del régimen de silencio por parte de los mercenarios rusos, pero no lo hizo público.

“Hay algunas cosas que no discutimos con los medios”, respondió el presidente. Según él, "se está haciendo y fue hecho mucho, en relación con la provocación, por los militares y los oficiales de inteligencia de nuestro país. Y haremos todo lo posible para mantener el régimen de silencio con el fin de evitar un gran número de heridos y muertos".

Por su parte, el ministro de relaciones exteriores Dmytro Kuleba dijo que Ucrania notificó a los socios internacionales la violación del alto del fuego y sus culpables. "Todos nuestros socios clave recibieron información detallada sobre lo sucedido. Es muy importante que fuimos nosotros quienes transmitimos la verdad sobre lo sucedido en Donbas, sobre quién rompió el alto del fuego", enfatizó el ministro.

“Tengo una fuerte impresión”, continuó D. Kuleba, “de que ayer y hoy hizo su paso el “partido de guerra armada” ruso. Obviamente, esto está sucediendo en vísperas del inicio de la campaña electoral en Ucrania y en vísperas de la reunión de los asesores y ministros en el "formato de Normandía", porque esto es un aumento de las puestas, esto es un cambio en el ambiente, un cambio en los temas que debemos discutir".

La mayoría de los expertos ucranianos expresan opiniones similares. Creen que la escalada actual está causada por el deseo de la Federación Rusa de presionar a la parte ucraniana para promover sus intereses, utilizando las próximas elecciones locales en Ucrania.

Así, el periodista Yuriy Butusov califica el alto del fuego actual como una especie de "juego", y la escalada es una prueba de la fuerza y de la capacidad de Ucrania para responder a una provocación.

"Ahora están tratando de obtener concesiones de Zelenskyy, amenazando con detener este juego de alto del fuego antes de las elecciones locales. Entienden que el presidente ucraniano necesita una victoria en estas elecciones, y están asegurando esta victoria táctica observando el alto del fuego", dijo Yu. Butusov.

El analista político Volodymyr Fesenko también cree que, al violar el alto del fuego, el enemigo puede intentar influir en la campaña electoral en Ucrania. “El alto del fuego duradero potencialmente funcionó a favor de los intereses políticos del presidente Zelenskyy y su partido. La ruptura de la tregua debería ayudar a los partidos prorrusos en las elecciones locales a criticar al presidente y a su partido, y al mismo tiempo a promover la paz en los términos rusos”, escribió V. Fesenko.
En su opinión, el escenario más probable para el ulterior desarrollo de los acontecimientos es el regreso de la situación militar en Donbas al cauce habitual de una guerra de baja intensidad. Pero la propia experiencia de una tregua relativa de 40 días muestra que las hostilidades en Donbas pueden detenerse si existe una voluntad política adecuada, principalmente de Kremlin.

Recordemos que el 25 de octubre en Ucrania se llevarán a cabo las elecciones de las autoridades locales, de cuyos resultados dependerá en gran medida la situación política interna del país.

El periódico "Voz de Ucrania"