«Él me pegó aquí», María (llamémosla así a la víctima de la violencia brutal), sollozando, mostrando la sien, «y así me tomó (me tomó por el cuello) y dijo, si gritas cuando te quiero, te retorceré el cuello. Y si no me lo das voluntariamente, mataré a tu abuela y a tu hermano, y todos te violarán».

El 10 de marzo los ocupantes rusos asaltaron una aldea ucraniana, de la que los militares ucranianos los expulsaron a principios de abril. El comandante ruso se instaló en la casa donde vivía una anciana y sus dos nietos, aterrorizando a diario a sus víctimas.

«Él, el oficial, me empujó a la habitación y me dijo: 'Cállate, cállate'. Me tiró sobre la cama. Se sentó encima y empezó a estrangularme. Mis ojos ya estaban oscuros y me estaba asfixiando. Y cuando no podía respirar, dejó de estrangularme», dice María sin dejar de llorar. Agrega que el ruscista, amenazando con un arma, ordenó a su abuela que se sentara en otra habitación y no se fuera a ningún lado.

«Ella sabía lo que iba a pasar. Luego vino por la noche, fingió estar enferma, se cayó, continúa la niña. "El ruso decía: 'Estás mintiendo', se acercaba con un arma mostrando que pudiera golpearla en la cabeza».

María admite que el verdugo ruso la golpeó muchas veces. A su hermano un poco mayor lo ataron durante la noche y lo dejaron dormir en la calle. La primera noche escuchó que acosaban a su hermana.

«Pude escapar, me metí corriendo a la casa, le dije: comandante, no toque a mi hermana, tiene 16 añosapos;», relata el joven. – Y él dice «Nadie la toca. Ella es una espía». Respondo que es imposible puesto que ustedes nos quitaron los teléfonos”.
"Recuerdo su cara, recuerdo esa voz. Lo recuerdo todo. «María vuelve a llorar. "Quería matarlo todas las noches». Agrega que el ruscista dijo que después de la guerra la encontraría y la secuestraría. «Él dice, ven conmigo, vivirás allí en la riqueza. En oro. No te ofenderé», recuerda María.
La Comisionada de Derechos Humanos del parlamento ucraniano Lyudmila Denisova señala que ya hay muchas adolescentes en Ucrania que quedaron embarazadas después de ser violadas por soldados rusos.

«La violencia sexual contra las mujeres y los niños ucranianos es un arma del ejército ruso. Esto es el genocidio, un soldado ruso no se detiene, viola a todos. Son hombres, ancianos, niñas y niños, son familias enteras. Los ucranianos están siendo violados por jóvenes soldados rusos de entre 20 y 25 años que nacieron en la época de Putin y fueron criados por su propaganda. Y cometen sus crímenes en público. Una niña embarazada de 16 años y su abuela de 78 años fueron violadas por los nazis rusos al mismo tiempo», dijo la Comisionada. También denunció violencia contra un niño de 11 años que había sido violado por ruscistas durante 10 horas frente a su madre atada a una silla.