Recientemente cerca de una de las aldeas en la región de Kherson, donde durante la Segunda Guerra Mundial tuvieron lugar intensos combates, los buscadores de la organización pública "Kakhovka" desenterraron los restos de dos soldados de la Wehrmacht. Ahora los están preparando para la entrega a la conocida organización alemana "Volksbund" que se ocupará del eterno descanso de los mismos. Hay que señalar que para las familias de los fallecidos estos hallazgos adquieren una  especial importancia.

Como es conocido, los soldados de la Wehrmacht llevaban un medallón metálico ovalado con una perforación en el medio. Cuando perecía un  soldado, la mitad del medallón se rompía y se enviaba al archivo, informando a sus familiares dónde estaba su tumba. En este caso los medallones resultaron intactos, es decir, ambos soldados alemanes todavía eran considerados como desaparecidos. “Solo ahora las familias de ellos sabrán exactamente cuál fue su destino ", dijo Anatoly Obelets, activista del club Kakhovka.

En las estepas de la región de Kherson murieron casi diecisiete mil alemanes. Hace unos años fueron re-sepultados los restos de 52 militares de la Wehrmacht. Pero que cantidad de los mismos queda todavía por ser hallados, nadie puede decir.

Casi dos mil soldados alemanes perecidos fueron exhumados en Kyiv en 2015-2016. Durante la re-inhumación estaban presentes los familiares de los mismos que vinieron de Alemania.

Los activistas en la región de Vinnytsia también se dedican a descubrir los lugares de enterramiento, así como a la excavación, la exhumación y el re-entierro de los restos de los soldados alemanes. Según la historiadora Olga Boychenko, alli  se están investigando  más de 200 enterramientos.

Las tumbas de los soldados alemanes también son descubiertas  en territorios privados. Tales casos tenemos en la regiones de Zhytomyr y de Cherkasy.

Aunque desde el final de la Segunda Guerra Mundial, que trajo pena y muerte a la tierra ucraniana, han pasado ya 74 años, en Ucrania continúan restableciendo la verdad histórica. Puesto que, según la sabiduría popular, la guerra termina aquél día cuando es enterrado su último soldado.