Solo en Ucrania en la segunda mitad de los años treinta del siglo pasado fueron sometidas a represión más de 2 millones de personas. Los cargos, por regla general, fueron escritos utilizando papel carbón, simplemente fueron “troqueladas”. Durante algunas operaciones del Comisariado popular de asuntos Internos (cuerpo represivo de Stalin) por 100 arrestos hubo 95 ejecuciones.

La práctica del exterminio de los ciudadanos por razones políticas  fue iniciada por las autoridades soviéticas comenzando con 1918, pero el carácter masivo estos procesos adquirieron en los años 1937-1938, enfatizan los investigadores.
Durante el Gran Terror los órganos de represión estalinistas sancionaron y realizaron operaciones especiales no solo contra los ucranianos, sino también contra el "elemento no nacional": alemanes, polacos, lituanos, finlandeses, rumanos y albaneses. La operación griega, es decir el exterminio de los griegos étnicos en el territorio ucraniano, fue comenzada a principios del diciembre de 1937. Ya en pocos días los arrestos comenzaron a ocurrir en todo el país. Precisamente a estas personas el poder soviético las percibía como "plagas" y "espías extranjeros". Sobre su destino relata una exposición especial que se inauguró en el Ayuntamiento de Kyiv en vísperas del 19 de mayo, el Día de Memoria de las Víctimas de la Represión Política en Ucrania.

En la exposición hay 23 historias de los griegos sometidas a represión, sus fotografías.

Los historiadores señalan que para la decisión de los "órganos" con el propósito de sentenciar a una persona no se necesitaba la prueba de su culpabilidad, fue suficiente la confessón del acusado. De esta manera la gente fue torturada hasta que fuese sacada la confesión. Las ejecuciones de los griegos, según los organizadores de la exposición, aprobaba una reunión especial integrada por el Comisario popular de asuntos internos Yezhov y el Fiscal General de la URSS Vyshynsky. Un plumazo de los mismos fue suficiente para privar de vida a miles de personas.