El martes, 16 de julio, en Ucrania entró en vigor la ley "Sobre las garantías para el funcionamiento del idioma ucraniano como idioma estatal", que fue aprobada por la Verkhovna Rada (parlamento) el 25 de abril de este año. La ley determina que el único idioma de estado en Ucrania es el ucraniano y su uso es obligatorio en los organismos gubernamentales.

El documento requiere que los funcionarios hablen el idioma de estado y lo utilicen durante el desempeño de sus deberes oficiales. Además, el uso del idioma ucraniano es obligatorio en la educación, medicina, servicios al cliente, durante los eventos públicos, publicidad en televisión y otras esferas públicas.

La ley no se aplica a la comunicación privada y a las ceremonias religiosas.

El mismo día, por iniciativa de Rusia se llevó a cabo una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a la ley de idioma mencionada. La delegación rusa intentó realizar un debate sobre esta ley en mayo, pero luego la reunión fue cancelada ya que coincidió con la toma de posesión del presidente V. Zelensky.

En la víspera de la reunión el representante permanente de Ucrania ante la ONU Volodymir Yelchenko en una carta dirigida al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU destacó que la ley ucraniana sobre el idioma no amenaza la paz y la seguridad internacionales y no tiene relación con la competencia del Consejo de Seguridad, puesto que es una cuestión exclusivamente interna de Ucrania. En la carta la parte ucraniana llamó la atención al agravamiento sustancial del conflicto ruso-ucraniano, que de hecho debería preocupar al Consejo de Seguridad.

La delegación rusa, que inició la discusión en la reunión, criticó la ley de idioma ucraniano. Vasily Nebenzya, el representante permanente de Rusia ante la ONU, declaró que la misma es contraria a todas las convenciones sobre la protección de los derechos de las minorías nacionales, y también es una "ucranización forzada del país". Según él, la aprobación de la ley se llevó a cabo sin consenso general y por razones políticas. Su homólogo ucraniano V. Yelchenko en su discurso subrayó una vez más que la cuestión del funcionamiento del idioma ucraniano es interna y que no necesita ser discutida en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Señaló que, al llevar el asunto a consideración, la Federación Rusa persigue un doble objetivo: ejercer presión política sobre Ucrania y desviar la atención de otros temas. Y aunque los representantes de la ONU y la OSCE pidieron un "diálogo constructivo" para respetar los derechos de las minorías en Ucrania, las delegaciones de los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña se centraron en la agresión rusa contra el estado vecino, instando a Rusia a dejar de ocupar Crimea y no violar los derechos de las minorías en la península. Los países occidentales también exigieron justicia en la víspera del quinto aniversario del accidente del vuelo MH17 de Malasia en el cielo sobre Donbas, en  que murieron 298 pasajeros.

En particular, el diplomático estadounidense Rodney Hunter observó que el sistema de misiles antiaéreos Buk, que derribó el avión, pertenecía a la 53. ª brigada de misiles antiaéreos de las fuerzas armadas de la Federación Rusa. Los investigadores de Bellingcat llegaron a esta conclusión en el año 2015.

"Nuestras sanciones relacionadas con Crimea seguirán vigentes hasta que Rusia devuelva el control sobre esta península ucraniana, y nuestras sanciones contra Rusia por su agresión en el este de Ucrania continuarán vigentes hasta que Rusia cumpla por completo los acuerdos de Minsk", dijo R. Hunter. Además, los Estados Unidos y sus aliados exigieron la liberación de 24 marineros ucranianos detenidos por el ejército ruso cerca del estrecho de Kerch en noviembre.

Según los observadores, la consideración de la ley de idioma de Ucrania iniciada por la delegación rusa en el Consejo de Seguridad de la ONU resultó ser contraproducente, en primer lugar, para la propia Federación Rusa. Y no solo porque en la reunión no se adoptó ninguna resolución. Inmediatamente después de su finalización los representantes de seis países de la UE: Bélgica, Francia, Alemania, Polonia, Gran Bretaña y Estonia emitieron una declaración conjunta. "Esperamos que Rusia deje de alimentar el conflicto de inmediato y se abstenga de emprender acciones que socavan la implementación de los acuerdos de Minsk y que impiden que el gobierno ucraniano restituya el control sobre estos territorios de conformidad con los acuerdos. En particular, Rusia debe detener el apoyo financiero y militar de los separatistas, así como la entrega de los pasaportes rusos a los ciudadanos ucranianos en Donbas", dice el documento.

En dicha declaración también pidieron a todos los países, especialmente a Rusia, que cooperen completamente con el equipo de investigación y las agencias de aplicación de la ley en los Países Bajos para identificar a los responsables del accidente del avión MH17.

Cabe señalar que el 17 de julio, en el quinto aniversario de la destrucción del avión, el representante de la UE para la política exterior y de seguridad Federica Mogherini en nombre de la Unión Europea exigió que Rusia acepte su responsabilidad por la destrucción del Boeing de Malasia y comience a cooperar de inmediato con la investigación.