Fue organizada en vísperas de las negociaciones entre el Occidente y Rusia sobre la situación en torno a Ucrania.

Los manifestantes llamaron a los líderes de los estados democráticos a no sucumbir al ultimátum de Kremlin, a decirle al presidente ruso Vladimir Putin “no” a sus demandas y a “preservar la fuerza de la ley, no el derecho de la fuerza”.

“El objetivo de Putin es restaurar la Unión Soviética, el objetivo de Putin es destruir las alianzas mundiales, el objetivo de Putin es sumir al mundo en el caos. Nuestra tarea es detener esto, prevenir esto, nuestra tarea es decirle “no” a Putin. Putin realiza el genocidio de los tártaros de Crimea, Putin ha comenzado la guerra a lo largo de todo el perímetro de la antigua Unión Soviética. Hoy vemos la invasión de las tropas rusas en Kazajstán, vimos la guerra contra Georgia, hay una guerra en Ucrania que comenzó Putin,” dijeron los organizadores de la acción.

Se realizaron mítines similares en otras ciudades de Ucrania, así como en el extranjero: en los EE. UU., Canadá, Portugal, Australia, Gran Bretaña.

El ministro de relaciones exteriores ucraniano Dmytro Kuleba dijo al respecto que las exigencias del presidente ruso en cuanto a las garantías por parte de los Estados Unidos y Europa “son ilegales y amenazan la paz y la seguridad internacionales”. “Es hora de llamar a las cosas por su nombre. Putin exige a los EE. UU., a la OTAN y a la UE que reconozcan la esfera de influencia de Rusia, que incluiría a los estados vecinos soberanos. Pero la Guerra Fría terminó hace mucho tiempo, y con ella las esferas de influencia”, subrayó el ministro.

 Al día siguiente, el 10 de enero, tuvieron lugar en Ginebra consultas entre los Estados Unidos y Rusia sobre las garantías de seguridad en Europa. A las conversaciones, que duraron casi 8 horas, asistieron la vicesecretaria de estado de los Estados Unidos Wendy Sherman, y el vicecanciller ruso Sergei Ryabkov.

Según la mayoría de los observadores, la parte estadounidense dijo “no” a la mayoría de las demandas de Kremlin. Así, en un comunicado posterior a las conversaciones Wendy Sherman subrayó que Washington no permitiría que nadie cerrara la puerta de la OTAN a ningún país.

“No permitiremos que alguien ponga fin a la política de puertas abiertas de la OTAN, que siempre ha sido fundamental para la Alianza”, dijo. También se enfatizó que no se podía tratar de retirar las fuerzas y las armas de la OTAN de los estados miembros de Europa del Este, que fueron admitidos en la Alianza después de 1997.

Además, se ha señalado que los Estados Unidos no tiene la intención de tomar ninguna decisión sobre la situación en Ucrania sin consultas preliminares con los líderes de este país, y las consecuencias de la agresión contra Ucrania serán más graves que en 2014.

W. Sherman subrayó que una señal de desescalada de la situación en la frontera de Ucrania sería la retirada de las tropas rusas a sus lugares de despliegue. Al mismo tiempo, respondió a la declaración de Rusia de que las tropas rusas se encuentraban en las fronteras de Ucrania para realizar ejercicios. “Como regla general, nadie envía 100 mil soldados a la frontera solo para realizar ejercicios”, agregó W. Sherman.

Como se enfatizó, los Estados Unidos solo están dispuestos a discutir con Rusia el despliegue de misiles en Europa, pero en términos mutuos. Además, Washington puede acordar revisar la escala de los ejercicios militares que los Estados Unidos y Rusia están realizando en Europa.

Por su parte, S. Ryabkov ha dicho que Rusia no tiene intenciones de atacar a Ucrania. Al mismo tiempo, ha reiterado que la OTAN debe abandonar el "desarrollo del territorio" de los países que se incorporaron a la Alianza después de 1997. También se enfatizó que Moscú necesitaba garantías de "hormigón armado" de que Ucrania y Georgia no se convertirían en los miembros de la OTAN, y que "los intentos de los EE. UU. y la OTAN de chantajear e intimidar a Rusia son inaceptables e infructuosos".

Sin embargo, según S. Ryabkov, "la situación en torno a las conversaciones no es irremediable", y se tomarán decisiones concretas después de las conversaciones con la OTAN y la OSCE que están programadas para el 12 y 13 de enero.

En este sentido, el secretario de estado Anthony Blinken cree que será difícil que los Estados Unidos avancen en las negociaciones si la Federación Rusa continúa intensificando la acumulación militar. Así lo afirma en su declaración, que fue anunciada por la Embajada de los Estados Unidos en Ucrania inmediatamente después de haber finalizado la reunión entre los representantes de los EE.UU. y Rusia en Ginebra.

"Parte de la estrategia rusa es presentar una lista de requisitos absolutamente irrealizables y luego afirmar que la otra parte supuestamente no quiere trabajar en conjunto, usando esto como una especie de justificación para las acciones agresivas", dijo E. Blinken.

En particular, según él, los rusos "quieren involucrarnos en una discusión sobre la OTAN y no centrarnos en el tema actual, que es su agresión contra Ucrania".

"Será muy difícil lograr un progreso real si Rusia continúa intensificando la acumulación militar y su retórica incendiaria. Dejamos en claro a Rusia lo que enfrentará si continúa por este camino, con graves consecuencias", subrayó el secretario de estado norteamericano.

El periódico "Voz de Ucrania"