Ucrania reaccionó ante el hecho de que el presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin firmó un decreto que simplifica el procedimiento de obtención de la ciudadanía rusa por las personas que radican en la parte ocupada de las regiones de Donetsk y Lugansk. El presidente Petro Poroshenko (en la foto) hizo una declaración de que las acciones de Rusia son otra interferencia sin precedentes en los asuntos internos de un estado independiente, una violación brutal de la soberanía, de la integridad territorial y de la independencia de Ucrania, así como un pisoteo total de sus obligaciones previstas en los Acuerdos de Minsk.

"Kremlin viola deliberada y cínicamente el derecho internacional humanitario que prohíbe a las autoridades de ocupación cambiar la ciudadanía de los habitantes en los territorios ocupados", afirma el comunicado de la Presidencia. La Federación Rusa ha cruzado nuevamente la línea roja, franca y descaradamente torpedea el proceso de paz en Donbas ". Según P. Poroshenko, el objetivo de Rusia es anular los acuerdos de Minsk que establecen claramente las obligaciones de la misma: detener el bombardeo, retirar sus tropas y armas, liberar a los rehenes ucranianos, devolver a Ucrania el control sobre su frontera estatal. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania emitió una declaración similar a la  presidencial.

 El secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania Oleksandr Turchinov calificó el decreto sobre el procedimiento simplificado para obtener la ciudadanía rusa como"una escalada consciente de agresión contra nuestro estado y una presión sobre los dirigentes ucranianos". En su opinión, Putin crea así las condiciones legales para el uso oficial de las fuerzas armadas rusas contra Ucrania supuestamente para proteger a sus ciudadanos.
Una declaración al respecto también fue hecha por los representantes del equipo del futuro presidente Volodymyr Zelensky. "La Federación Rusa reconoció su responsabilidad como una potencia ocupante, dijo el equipo. – Estas acciones son otra confirmación obvia para la comunidad mundial del verdadero papel de Rusia como estado agresor que libra una guerra contra Ucrania. Desafortunadamente, este decreto no nos acerca al objetivo final de detener el fuego”.

 Mientras tanto, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia Maria Zakharova en su página de Facebook afirma que Rusia se vió obligada a dar este paso para contener las intenciones del futuro presidente Vladimir Zelensky. Según ella, el nuevo mandatario se pronunciaba  contra  la concesión de un estatus especial a Donbas y no iba a de firmar una ley de amnistía.

Al mismo tiempo los socios extranjeros de Ucrania reaccionaron de manera rápida e inequívoca ante la “pasaportización” ilegal de Donbas ocupado: la decisión de Kremlin viola el derecho internacional y contradice a los acuerdos de Minsk. En particular, una declaración conjunta de Alemania y Francia, que no son sino los miembros de “Los Cuatro de Normandia,” dice: "Condenamos el decreto de Kremlin que tiene por objetivo facilitar la obtención de la ciudadanía rusa a la población de algunas partes del este de Ucrania. Estas regiones son parte del territorio ucraniano ... La decisión de Rusia contradice al espíritu y a los objetivos de los Acuerdos de Minsk".

La declaración oficial del Departamento de Estado de los Estados Unidos enfatizó: "Con esta acción extremadamente provocadora Rusia está intensificando el ataque a la soberanía y a la integridad territorial de Ucrania". En Washington están seguros de que las acciones de Putin son un serio obstáculo para la implementación de los Acuerdos de Minsk y para la reintegración de Donbas. "El presidente electo Zelensky ha expresado en repetidas ocasiones su disposición de interactuar seriamente con Rusia para implementar los Acuerdos de Minsk y poner fin al conflicto en el este de Ucrania. Ahora Rusia tiene que decidir si quiere continuar la escalada de tensión o cumplir sus compromisos con Minsk", dijo el Departamento de Estado.

La foto: president.gov.ua