No es ningún secreto que los Estados Unidos están criticando duramente la construcción del gasoducto Nord Stream 2. Según las autoridades estadounidenses, trece estados europeos dependen del gas ruso, lo que los limita política y económicamente.

"Este nivel de dependencia del gas ruso limita la independencia política y económica de nuestros aliados, y permite que Rusia divida y manipule a Europa, por lo que protestamos enérgicamente contra los planes rusos y alemanes en cuanto a la construcción de Nord Stream 2. Este no es un proyecto económico. Es una iniciativa política", dijo la embajadora de los Estados Unidos en Polonia Giorgette Mosbacher.

Y los estadounidenses no solo protestan. El 14 de mayo varios senadores estadounidenses presentaron un proyecto de ley "Sobre la protección de la seguridad energética de Europa en 2019" al Senado. El documento propone adoptar como mínimo cinco tipos de sanciones contra las compañías involucradas en la construcción del gasoducto Nord Stream 2. El proyecto de ley correspondiente fue publicado el sábado 1 de junio en el sitio web del Congreso.
Entre las restricciones propuestas está la negativa a emitir licencias de exportación de los Estados Unidos; la prohibición de préstamos por un total mayor de $ 10 millones durante 12 meses; la prohibición de transacciones financieras en la zona de jurisdicción de los Estados Unidos; la prohibición de trabajar con la deuda del gobierno de los Estados Unidos o con los fondos federales.

Además, los empleados de dichas compañías pueden ser expulsados de los Estados Unidos, y se congelarán los activos de las personas que promuevan o participen en la venta y el arrendamiento de las embarcaciones para la conclusión de la parte marítima del Nord Stream 2.

¿Podrán estas sanciones, si serán votadas en el Congreso, detener el gasoducto? Hasta ahora nadie puede dar una respuesta inequívoca. Hay que recordar que, según la canciller alemana  Angela Merkel, la Comisión Europea ya no podrá bloquear su construcción. El Bundestag (parlamento) alemán adopta una posición ambigua en este asunto. Por ejemplo, a la pregunta del corresponsal del "Voz de Ucrania" sobre la actitud de los partidos parlamentarios ante este problema, la diputada del Partido Socialdemócrata de Alemania Simtie Meller dijo

– La actitud es muy diferente. Este gasoducto más bien será construido que no. Pero no diría que en cualquier caso este proyecto será terminado. En Europa hay muchas fuerzas diferentes, algunas – están absolutamente “a favor”, otras de la misma manera – "en contra". Por lo menos, ahora no veo ningún país que esté completamente en este proyecto. Pero nosotros, los alemanes, debemos entender claramente que hemos otorgado a este proyecto un permiso de construcción preliminar, se ha invertido miles de millones de euros. Y si el proyecto no se implementa, recibiremos reclamaciones de compensación, infinitamente grandes. Por lo tanto, debe preguntarse qué precio podemos pagar por su detención y si vale la pena.

Mientras tanto, en Ucrania, que puede bombear todo el gas ruso a Europa, son conscientes del precio mencionado. Esto no solo es una pérdida de varios miles de millones de dólares por el tránsito de gas, sino también un aumento de la presión política del Kremlin contra su “vecino desobediente".