Los crímenes de guerra, cometidos por los soldados rusos en los territorios ocupados ucranianos, Kremlin los ha convertido un arma que usa para suprimir la resistencia, para destruir física y moralmente a sus víctimas. Según la vicepresidenta del Parlamento de Ucrania Elena Kondratyuk, "las agencias de aplicación de la ley están investigando más de 16,000 crímenes militares y crímenes de agresión cometidos a partir del 24 de febrero, en particular más de cinco mil asesinatos y seis mil crímenes contra los civiles". Cada acto de agresión, cada crimen de los invasores rusos es terrible y asqueroso. Un asco especial lo provoca el abuso sexual contra las mujeres, niñas, hombres y niños ucranianos. La información sobre algunos de los crímenes no la conseguimos de las víctimas, porque muchas de ellas fueron ejecutadas por los ruscistas o, permaneciendo en el estado de choque, se cerraron en sí mismas o prefieren permanecer en silencio sobre la humillación y la tortura, sino de las conversaciones telefónicas de los invasores con sus familiares en Rusia que fueron interceptadas por el Servicio de Seguridad de Ucrania. Un ruscista llamado Max que se encuentra en el sur de Ucrania le dice a su esposa que mata a los civiles, arrojando granadas a los sótanos donde se esconden, les corta las orejas. Aún más, alegrándose, dice: "Me contaron los muchachos que atraparon a una mujer, le cortaron la lengua para que no contara nada a nadie, la violaron y luego la mataron”.

Otro ruscista llamado Ulan cuenta a su madre por teléfono sobre el merodeo de los invasores rusos y que han violado a una menor. “Los nuestros estaban regresando a Rusia. La gente del Servicio Federal de Seguridad los registró, estaba a punto de arrestarlos, se los quitó hasta las cañas de pescar. Recuerdas, te he enviado la foto de una bicicleta cuádruple. Se la llevaron también. Otro soldado ha violado a una niña de 15 años en la aldea cercana… ¿Sí? – pregunta la mujer que, engañada por la propaganda rusa, está convencida de que este crimen fue perpetrado por los "neo -nazis" ucranianos. – No, eran nuestros soldados”, el ocupante responde con seguridad.

El SSU ha completado la investigación en el primer caso de violación durante la guerra. Los investigadores reunieron suficientes pruebas y testimonios para que sea entregado a los tribunales un militar ruso sospechado del asesinato y violencia sexual contra una residente de la región de Kyiv. El nombre del este canalla es Mikhail Romanov (en la foto), sirve en la unidad militar 8954 que está estacionada en la ciudad de Chebarkul de la región rusa de Chelyabinsk. Se estableció que durante la ocupación de uno de los pueblos en el distrito de Brovary este ruscista borracho se irrumpió en la casa de una familia joven, mató al marido desarmado y, amenazando con matar a la mujer, la violó junto con su amigo

Foto del Servicio de Seguridad de Ucrania.