Lo afirmó el 15 de noviembre en Bruselas, después de una reunión con el ministro de relaciones exteriores de Ucrania Dmytro Kuleba.

"La OTAN permanece alerta, estamos monitoreando la situación muy de cerca y continuamos consultando con nuestros aliados y socios como Ucrania y la Unión Europea. Cualquier otra provocación o acción agresiva de Rusia será un asunto de gran preocupación. Llamamos a Rusia a que sea transparente respecto a sus acciones militares. Es importante prevenir la escalada y reducir la tensión. La OTAN apoya a Ucrania", dijo J. Stoltenberg.

Según él, la Alianza registra la acumulación de tropas rusas a lo largo de las fronteras con Ucrania y considera esto como una oportunidad para realizar posibles acciones agresivas. "No puedo hablar en detalle sobre los resultados de nuestros datos de inteligencia, pero vemos un aumento de la tensión. Debemos ser realistas y comprender los desafíos que enfrentamos. Vemos un enorme aumento de la fuerza militar cerca de Ucrania", dijo J. Stoltenberg.

“Las maniobras militares rusas, la crisis energética en Europa y la crisis migratoria en la frontera de Bielorrusia con Polonia y Lituania deben considerarse en su conjunto como elementos de una guerra híbrida de Rusia contra Europa y la comunidad euroatlántica. Ucrania siempre ha estado y sigue comprometida con la paz, la justicia y la seguridad en Europa. Estamos dispuestos a defender conjuntamente estos principios fundamentales para Ucrania y la comunidad euroatlántica", dijo D. Kuleba en una conferencia de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN.

Mientras tanto, según el secretario de estado estadounidense Anthony Blinken, un ataque híbrido del régimen bielorruso de Alexander Lukashenko en la frontera entre Polonia y Bielorrusia distrae la atención de las acciones de Rusia en la frontera con Ucrania. Lo anunció el 13 de noviembre durante una conversación telefónica con el ministro de relaciones exteriores polaco.

"Hablé con el ministro de relaciones exteriores de Polonia Zbigniew Rau para reafirmar nuestra solidaridad frente a la campaña híbrida de Lukashenko en la frontera entre Polonia y Bielorrusia destinada a crear una amenaza para la seguridad, sembrar discordia y distraer las acciones de Rusia en la frontera con Ucrania", dijo el secretario de estado de los EE.UU.

Como era de esperar, Kremlin reaccionó de inmediato a la declaración de E. Blinken. Según el secretario de prensa del presidente de la Federación Rusa Dmitry Peskov, “esta es una interpretación errónea de la situación con la crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia”. Dijo que el presidente Putin "descartó absolutamente la posibilidad de cualquier participación de Rusia en la situación con los migrantes", así como una invasión militar a Ucrania.

Sin embargo, las declaraciones "pacíficas" de los líderes rusos son vistas con escepticismo tanto por los políticos como por los militares en el Occidente. Cualquier nuevo intento de Rusia de socavar la integridad territorial de Ucrania tendrá consecuencias. Así lo afirma el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores francés tras la reunión de los ministros de defensa y relaciones exteriores de Rusia y Francia, que tuvo lugar el 12 de noviembre en París.

"Ambos ministros franceses expresaron su preocupación por el deterioro de la situación de seguridad en Ucrania y advirtieron claramente sobre las graves consecuencias que puede tener cualquier intento de socavar la integridad territorial de Ucrania", dijo el comunicado.

Y el 15 de noviembre, después de una reunión con D. Kuleba, los ministros de relaciones exteriores de Alemania y Francia Heiko Maas y Jean-Yves Le Drian hicieron una declaración conjunta. "Debido a las nuevas preocupaciones sobre el movimiento de las fuerzas armadas rusas y el equipo militar cerca de Ucrania, pedimos a Rusia que muestre moderación y proporcione información transparente sobre sus intenciones militares. Todo intento de violar la integridad territorial de Ucrania tendrá graves consecuencias", subraya el documento.

El general Nick Carter, jefe del Estado Mayor británico, dijo el 14 de noviembre que la Alianza del Atlántico Norte debe estar lista para una posible guerra con Rusia.

En su opinión, los dirigentes de Kremlin se encuentran en un estado de conflicto constante con los países occidentales, pero es poco probable que Moscú en la etapa actual quiera "librar una guerra caliente", pero tratará de lograr sus objetivos "por métodos más sutiles". El general también expresó la opinión de que ahora Rusia representa una amenaza mucho mayor para Europa del Este que hace ocho años, cuando asumió su cargo actual.

Otro militar occidental de alto rango, ex comandante de las fuerzas estadounidenses en Europa, general Ben Hodges dijo que en los últimos meses el presidente V. Putin ha hecho muchas declaraciones muy duras y francas sobre el futuro de Ucrania y su legitimidad. El general cree que el reciente despliegue y reubicación de las fuerzas rusas cerca de las fronteras de Ucrania es otra fase de la creciente presión en la región. Kremlin, como subrayó en una entrevista con los medios ucranianos, quiere desestabilizar la Unión Europea, presentar a Ucrania ante Occidente como un "estado fallido" y desequilibrar a todo el mundo.

"En realidad, los rusos solo se detienen cuando son detenidos por otros", enfatizó B. Hodges.

El periódico "Voz de Ucrania"