Caricatura de Yoshiaki Yokota, Tokio (Japón)

Luego de que el Servicio de seguridad de Ucrania publicó un extracto de una conversación telefónica interceptada entre un ocupante ruso y su esposa, quien incitaba a su esposo a cometer delitos sexuales: “Sí, dale, viola a las mujeres ucranianas, sí. Solo protégete”, ha sido posible identificar estos dos pervertidos.

Esta es una pareja rusa que se mudó de la región rusa de Orel, después de la anexión de Crimea, a la península ocupada. Roman Bykovsky, de 27 años, solía ser miembro de la Rusguardia (División de Operaciones Especiales de Dzerzhinsky). De acuerdo con el emblema de su galón se estableció que luego pasó a servir en el 108 Regimiento de Cosacos de Kuban y en 2014 participó en la anexión de Crimea. Su esposa, Olga Bykovska, está criando a un niño. La familia se mudó a Crimea en 2018.

En 2022 Bykovsky, como miembro de la 7 ª División Aerotransportada de Asalto del ejército ruso, cruzó la frontera con Ucrania y combatió en la región de Kherson. Resultó herido y actualmente está siendo tratado en Sebastopol.

Las instrucciones de una mujer rusa de violar a las mujeres ucranianas, que habla sobre la violencia con calma, en broma y riéndose por teléfono, atestiguan una vez más la completa degradación moral de la sociedad rusa, más del 80 por ciento de la cual no solo no condena las atrocidades cometidas por los ocupantes en Ucrania soberana, sino que también apoya a Putin y lo insta no solo a no terminar la "operación militar especial", sino a lograr el objetivo de "borrar la idea de ucranianidad". Esta tesis se ha expresado repetidamente en la TV rusa.

Putin colectivo, que es más del 80% de los ciudadanos de Rusia, que no tienen valores humanos, familiares o cristianos, sigue siendo una amenaza no solo para Ucrania sino para todo el mundo civilizado.

Todos los días aparecen nuevos informes de delitos sexuales cometidos por los ocupantes rusos en Ucrania. La Comisionada de Derechos Humanos del parlamento ucraniano Lydmila Dienisova anunció el establecimiento del hecho de violación de un niño de 11 años por los militares rusos en Bucha, cerca de Kyiv.

"El nivel de brutalidad del ejército ruso de terroristas y verdugos no conoce límites: niños violados... Un niño de 11 años violado frente a su madre, la ataron a una silla para mirar. Bucha… No hay lugar en la tierra o en el infierno donde los criminales racistas puedan esconderse de la paga”, dijo Lyudmila Denisova.

 Ella enfatiza que la violación está estrictamente prohibida por el Artículo 27 de la Convención de Ginebra relativa a la Protección de Personas Civiles en Tiempo de Guerra de 1949.

La Comisionada hizo un llamamiento a la Comisión de Investigación de las Violaciones de los Derechos Humanos de la Invasión Rusa a Ucrania de la ONU y a la comisión de expertos creada por los estados participantes de la OSCE para que tengan en cuenta estos hechos de crímenes militares rusos. "Los ocupantes racistas deben asumir la más estricta responsabilidad", dijo Lyudmila Denisova.