Si la ciudad no será desbloqueada, el toque de alarma de Maryupil puede convertirse en una campana fúnebre.

Algunas personas celebran la Pascua, otras casi celebran la victoria... Mientras tanto nuestros combatientes se aferran a la empresa metalúrgica Azovstal. El suministro de municiones y alimentos está casi agotado. Hay falta de medicamentos: las amputaciones se realizan sin anestesia.

La Sra. Natalka y su hijo están ahora en Kyiv. Su marido defiende Maryupil. La mujer dijo lo que estaba pasando en el lugar más caliente de la región de Donetsk.

«Aprendimos a percibir cada palabra como la última...»

«La guerra por Maryupil continúa. Los combatientes cumplen la orden de «luchar hasta la última gota de sangre». Y estas gotas disminuyen cada día.

El desbloqueo es posible: se necesita la voluntad, las armas y una acción contundente. Los combatientes están listos para pelear y están peleando, pero necesitan recursos. No hay tiempo para pensar y dilatar. El tiempo pasa.

Hace unos días los nuestros aceptaron la batalla, el asalto y el bombardeo más poderoso de su vida. Con el bloqueo de Maryupil hemos sentido y aún sentimos lo que es el verdadero infierno. Aprendimos a concentrar nuestros pensamientos en raros momentos de comunicación, aprendimos a percibir cada palabra como la última, aprendimos a actuar. Al mismo tiempo, nos desacostumbramos de las lágrimas».

La esposa del combatiente pide una acción decisiva: «Hago un llamamiento a todos: piensen qué pueden hacer exactamente en este momento, estén donde estén, para desbloquear Maryupil. Se puede ayudar a los combatientes a través del cuartel general, apelando al mundo con un llamado a accionar y proporcionar armas, mediante la ayuda voluntaria, alistamiento a las Fuerzas Armadas, oración. ¡Actúen ahora!

Porque en este momento Maryupil está bajo el fuego muy concentrado. Piensen en lo que pasará si no se organiza el desbloqueo en los próximos días.

Mi hijo de ocho años dibuja carteles en apoyo de Maryupil, elabora esquemas para ayudar a los soldados y desarrolla armas ultrasecretas. El hijo vive con esta tarea desde finales de febrero. No tenía miedo durante los bombardeos aquí en Kyiv, sentado en un sótano húmedo, porque sabía y sabe que es mucho más difícil para los niños en Maryupil. Se negó a comer porque los pequeños de Maryupil no tenían comida.

Todavía pregunta: ¿cuáles son las noticias de allá y qué estoy haciendo ahora para ayudar?

¡Mundo, están vivos! ¡Aún no es el final!  Sin embargo, el tiempo es críticamente corto. ¡Actuemos con decisión y persistencia! ¿Acaso el mundo entero es más débil que la oscuridad absoluta en forma de decenas de miles de los ocupantes rusos que bloquean, violan y crucifican Maryupil? ¿Cómo todos hemos permitido y seguimos permitiendo esto ahora?”.

«Desbloqueo» mediante un mecano

Mientras los militares y los políticos trabajan para liberar la ciudad en realidad, Olexander, el hijo de la Sra. Natalka, está realizando el «desbloqueo» con ayuda de un juguete:


«El pequeño está construyendo el desbloqueo de Maryupil durante varios días. La construcción hecha mediante el mecano – «Azovstal». La araña es Putin. Las bolas verdes son bombas lanzadas contra Maryupil. Piezas de madera - misiles balísticos. Y el gato de combate Vasyl, quien inclinó pensativamente la cabeza…» – dice la Sra. Natalka.

La mujer se lamenta: «No hay nada que puedo hacer con los juegos y sufrimientos del niño. Porque yo misma estoy allí todo el día, con mi marido. Con mi cabeza y mi corazón».

Cartas del infierno

La Sra. Natalka muestra correspondencia telefónica con su esposo. Habla de él - Mi, sin decir su nombre.

Mensajes horrorosos intermitentes:

«Las bombas caían cada quince minutos».

«En «Azovstal» permanecen más de 500 heridos, no hay medicamentos, cortan las extremidades sin anestesia".

«Cada 10-20 m hay aquí embudos de bombas».

«Una de las bombas de cassette se explotó cerca de mi oído».

De vez en cuanto llegan los mensajes más optimistas: «Solo en nuestra dirección los rusos perdieron una compañía en tres días». Este mensaje fue recibido el 22 de abril.

A veces se puede obtener fotos:

Aquí están las ruinas de «Azovstal».

Y aquí aparecen las paredes en mal estado de los refugios subterráneos:

Los rostros de los combatientes están exhaustos. Según la Sra. Natalka, su esposo perdió veinte kilogramos durante dos meses de la guerra.

A veces la comunicación móvil desaparece para varios días. A veces, para una semana. Y cuando reaparece la oportunidad de comunicarse, la pareja hace planes para el futuro. La Sra. Natalka le promete a su esposo dar a luz a otro hijo, y él le promete un viaje: «Para viajar contigo a Europa. A los lugares salvajes de Ucrania, y quizás no solo en Ucrania, con tiendas de campaña, a los lugares remotos, con chimenea y sacos de dormir…»

«Creo que cambiaría mucho en mi vida si me hubiera salido de aquí»...

Las fotos han sido proporcionadas por la heroína del artículo. Las fotos de Azovstal fueron tomadas por su esposo.