El copiloto mayor Krasnoyartsev, quien arrojó bombas sobre una zona residencial de Chernihiv el 5 de marzo de 2022 junto con el piloto mayor Kryvolapov que falleció. Dicho copiloto del avión ruso SU-34 derribado figura en la base de datos ucraniana como participante en el bombardeo de la población civil Siria.

El 5 de marzo de 2022 en Chernihiv, cerca del poblado de Zabarivka, los soldados ucranianos capturaron al piloto de un avión ruso SU-34 derribado que bombardeaba la ciudad: mayor Krasnoyartsev de la unidad militar 8689, otro piloto, mayor Krivolápov, murió.

El video del interrogatorio de Krasnoyartsev fue divulgado por el centro de prensa del Estado Mayor General. El piloto dice que voló a Chernihiv por primera vez y que anteriormente solo volaba a lo largo de la frontera. El Mando Operativo “Norte” aclara que los documentos que él tenía serán las evidencia de crímenes contra el pueblo ucraniano en el Tribunal de la Haya.

Decenas de otros prisioneros testifican sobre los crímenes de Rusia de Putin, que dispara artillería reactiva y lanza bombas contra Mariupol, Kharkiv, Kherson y otras ciudades. Sergey Blazhka (nacido en 1998, soldado raso, artillero del transporte blindado de personal, unidad militar 90600, residente de Kinel, región de Samara), así como otros capturados tienen la oportunidad de llamar a sus padres. Este soldado, admitiendo que el ejército ruso está disparando contra civiles, matando niños, llora histéricamente. "Aquí ocurre algo terrible. A nuestros muchachos matan aquí como en un matadero. Ejecutan a nuestras columnas enteras. La gente pacífica está muriendo, las hermosas ciudades están siendo destruidas. Resultan ser buenas personas. Corrimos por los pantanos durante cuatro días, helados. Cuando nos hemos rendido, nos han vestido y alimentado. Nuestro pueblo es enviado a luchar por nada. ¡Cuántos muchachos murieron!”. En respuesta, su madre le dice: "No llores. ¿Qué ocurre?"

Con una taza de té caliente en la mano, Artiom Mikheev, militar de la 30ª Brigada de artillería de misiles del ejército ruso de la cuidad de Ulan-Ude, literalmente se echa a llorar. "Pido perdón. Los niños están muriendo, las casas están siendo bombardeadas. El error es que no me negué. Pensamos que iríamos a Ucrania por un tiempo. Algunos incluso llevaban cintas de San Jorge".

El ocupante dice que su unidad tenía como tarea llegar a Kyiv en un día, aislar la cuidad del oeste y esperar a que llegaran los paracaidistas con cuyo apoyo "se iba a producir un cambio del gobierno". Al llamar a sus padres, Mikheev dijo: "Sobreviví milagrosamente, tuve suerte. Nuestra columna fue destruida, mataron a mi conductor y fui a rendirme. Al principio me escondí en la ciudad. Vi con mis propios ojos cómo nuestros bombarderos lanzaron bombas contra gente civil. Hubo muchas víctimas. A nos dijeron que solo teníamos que venir y ocupar Kyiv y los ucranianos no estarían en contra. Pero el pueblo ucraniano se ha unido contra nosotros".

Mikheev dice que fue a la guerra para pagas préstamos bancarios, por el deseo de ganar dinero y por el miedo de cuestionar la orden criminal de los superiores.

El capitán Igor Rudenko, jefe de comunicaciones de la división de obuses y artillería, y otras 11 personas fueron detenidas por aldeanos locales con rifles de caza después de haber destruido el automóvil que transportaba a los ocupantes. "Estábamos en entrenamiento. El 24 de febrero formamos columnas y atravesamos la frontera. Tareas – Nova Kakhovka, Mykolaiv, Odesa, – dice el invasor. "Nos dijeron que todo había sido acordado con las autoridades, que sería lo mismo que en 2014 cuando Crimea estaba ocupada".

Rudenko sirvió en el ejército ucraniano desde 2011, durante la ocupación de la península traicionó a Ucrania y se unió al enemigo.

Con la voz temblorosa dice: “No disparamos a las casas, disparamos en el campo. Quiero dirigirme al pueblo de Ucrania, todo lo que nos dijeron no es cierto. Putin hizo TAL COSA. Kharkiv, Kyiv, los edificios de apartamentos están siendo bombardeados, los niños están muriendo». Dmitry Shishkanov, mayor del ejército ruso, fue hecho prisionero junto con Rudenko.

Las cibertropas ucranianas grabaron la conversación telefónica entre un fascista ruso y su esposa. – Mamita, estamos en un infierno, a 16 kilómetros de Kyiv. No podemos movernos, estamos cercados. El segundo batallón llegó ayer, pasaron la noche con nosotros, los bombardearon esta mañana”.

– Tiren en aquella dirección para que (lenguaje obsceno) todos se volteen. Mata a todos, – tal instrucción da la mujer rusa a su marido.

Así es el "mundo ruso" que llegó a Ucrania con la guerra.