Los ocupantes no dejan de bombardear la antigua ciudad de Chernihiv, donde lanzan bombas FAB-500 no guiadas. Por lo general, tales armas se usan contra las fortificaciones militares-industriales. "Tres bombas sin estallar fueron encontradas en el lugar de caída de un cazabombardero ruso SU-34 que fue derribado por la defensa antiaérea ucraniana sobre Chernihiv el 5 de marzo", dijo Vyacheslav Chaus, jefe de la policía de Chernihiv. El alcalde de la cuidad Vladyslav Atroshenko llama a los pilotos rusos "canallas sin alma y fascistas". "Lanzaron bombas desde bajas altitudes con buena visibilidad durante el día. Podían ver claramente dónde estaban arrojando enormes bombas: en un barrio residencial. Varias casas cercanas a la calle Chornovil quedaron destruidas. Miles de apartamentos resultaron dañados allí”. El número de muertos en la ciudad crece constantemente, las cifras se precisan. Más de 300 resultaron heridos. Debido a los constantes bombardeos, la comunidad no puede usar el cementerio más grande de la ciudad Yatsevo para el entierro. El cementerio en Yalovshchina se usa temporalmente, donde un excavador abre trincheras, los ataúdes se colocan en fila, al lado de cada uno de ellos se pone una placa para que luego, después de la guerra, las víctimas de los ocupantes de Moscú puedan ser reenterradas.

Alexander Krasnoyartsev, uno de los "ases" de Putin, que anteriormente había bombardeado Siria, fue derribado sobre Chernihiv y dijo que no pensaba en tales nociones como "casas y vecindarios". Para este criminal en uniforme del ejército ruso "simplemente hay objetivos".

“Cumplí la orden… Y trabajé según las coordenadas”, admitió durante el interrogatorio en la Policía Nacional otro piloto terrorista derribado el 7 de marzo sobre Kharkiv. Este es el teniente coronel, subcomandante del regimiento del 47. ° Grupo aéreo Kryshtopa Maxim. El día anterior, los aviones rusos bombardearon 21 “objetivos” civiles en Kharkiv, entre ellos edificios de gran altura, un hospital y un jardín de infancia. Hasta el 5 de marzo 188 personas murieron y 394 resultaron heridas en la región de esta cuidad ucraniana.

La orden de bombardear los barrios residenciales de Kharkiv, con un millón de habitantes, fue dada por el general ruso Oleg Makovetsky. "El general Makovetsky envió las coordenadas", dijo el piloto derribado.

Los pilotos detenidos tratan de justificarse por el hecho de que no podían desobedecer la orden, ni siquiera criminal. Cada uno de ellos tuvo la oportunidad de hablar por teléfono con su esposa. No hay ni una sombra de remordimiento ni una gota de lástima por los ciudadanos ucranianos asesinados. Tampoco condenan al régimen criminal de Putin, que ha firmado la pena de muerte para miles de civiles muertos en bombardeos, aunque saben bien qué órdenes reciben y cuáles son sus objetivos.

Otro piloto ruso del helicóptero Mi-8 derribado, capitán Vadim Ilayev, que recibió tratamiento médico en un hospital ucraniano, se dirige a sus colegas “Cambien de opinión. Detengan estas acciones y regresen a casa. La población civil se está muriendo. Niños, mujeres. No son culpables de nada". Así, el piloto era muy consciente de que las víctimas de sus bombardeos eran civiles.

Decenas de ciudades y pueblos ucranianos eatán en ruinas. De hecho, barrios enteros en Bucha, Irpin, Okhtyrka, las ruinas de Kharkiv, Chernihiv, Sumy y otras ciudades han sido borrados de la faz de la tierra. Ya hemos aprendido, y el mundo debería saberlo, que el ejército ruso es un ejército inmoral de asesinos que no sigue las leyes de la guerra. Este es un ejército, en el que los soldados y oficiales no tienen idea de lo que es el honor, la conciencia y la compasión por las víctimas inocentes: niños, mujeres, ancianos.